Desde hace muchos años, un festejo que en Quito nunca ha pasado desapercibido ha sido el día de su fundación. Cada 6 de diciembre, las calles quiteñas se llenan con miles de adornos de colores azul y rojo, los habitantes no dejan pasar la oportunidad para disfrutar de un canelazo mientras se enfrentan unos a otros en el 40, además de esto, los personajes infaltables que son la Quiteña Bonita y el Chulla Quiteño nos sacan una sonrisa con sus escenas llenas de romanticismo, piropos y coqueteos. Sin duda alguna, esta es una fecha de conmemoración para todos los quiteños, sin embargo, en el libro “Etnicidad y Poder en los Países Andinos” se menciona que realmente nuestra fecha de fundación no es en la que normalmente acostumbramos a festejar.
En el
mes de enero de 1934, Jacinto Jijón y Caamaño, quien en ese entonces era presidente
del Consejo Municipal, fue el encargado de resolver un asunto con un poco de
polémica, pues, no estaba claro si el aniversario de la fundación de Quito se
debía festejar el 6 de diciembre o el 28 de agosto. Dicho debate, había
iniciado años antes, a causa de que, varios historiadores tomaron diferentes
posiciones con respecto a dicho asunto. Por un lado, se defendía que el
aniversario de la ciudad tenía que celebrarse el 28 de agosto con el argumento
de que, el emblemático personaje Diego de Almagro había ordenado establecer la villa
de Quito este mismo día, pero en 1534, por otro lado, se abogaba que la fecha
de elección sea el 6 de diciembre ya que la entrada de Sebastián de Benalcázar
para el acto de fundación de Quito se dio en esa fecha.
Jijón y Caamaño, al momento de publicar cual a su parecer era la fecha digna de conmemoración, adjuntó un par de conclusiones con respecto a este tema, en uno de estos puntos, él explicaba que ninguno de los dos conquistadores fueron realmente los fundadores de Quito; esto se debió a que, dicho núcleo poblacional existía desde antes de su llegada además de que, este contaba con un origen indio. La fecha elegida por Jijón fue el 28 de agosto ya que, desde su punto de vista, se creó un cabildo para una población ya existente, finalmente, tanto en diciembre como en agosto hubo celebración, no obstante, la fecha con más participación popular fue el 6 de diciembre.
Con respecto a este tema, realmente es muy difícil el tener que escoger entre uno u otro mes para esta conmemoración, pues, en ambas fechas, se dieron lugar eventos importantes los cuales pasaron a determinar el futuro de nuestra ciudad. El deseo de que exista una fecha de celebración recae en que las personas tenemos la necesidad de recordar constantemente el pasado para entender el presente, el querer conectar los acontecimientos ya sucedidos, nos hace acreedores de un mayor conocimiento sobre la historia de nuestra nación, el querer transmitir nuestras fiestas y tradiciones con un motivo detrás del festejo, hace que tengamos el deseo de revivir cada año una porción de nuestra gran historia.
Referencias
Büschges, C., Bustos, G., & Kaltmeier, O. (2007). Etnicidad y poder en los países andinos. Quito: Corporación Editora Nacional.